Tan simple como que no hay nada más.
Cómo que no es necesario un final.
Igual no hubo principio o quizás se perdió, se olvidó.
Vivimos tan sumergidos que nos olvidamos de cuidar lo quede verdad importa. Estamos ciegos y nos derrumbamos ante cualquier situación. Afrontamos nuestros miedos cuando ya no sirve de nada.