Tú, que no quieres estar conmigo pero tampoco sin mí. Yo, que quiero mientras pretendo hacer ver que estoy alejándome. Tú, por tu tonta costumbre de dejarlo todo a medias. Yo, por miedo a decir adiós. Tú, por miedo a quedarte. Yo, por no atreverme a decir quédate. Tú, por tu bipolaridad. Yo, por mi ingenuidad. Tú, por pedirme cosas imposibles. Yo, por no poder negártelas.
Nadie es perfecto, nadie hace todo bien a la primera, pero la esperanza de que algún día lo logremos le quita importancia a todo lo demás...