12 de febrero de 2012

por ti, por mi.


Esa línea contigua que termina en su mirada, quizá ese momento, sea una

 miserable milésima de segundo, inocente y común. Pero no, para nosotras no, 

para nosotras se convierte en eternidades de ensueño que no queremos que 

terminen nunca, porque sí, lo sabemos, nos pasaríamos así el resto de 

nuestras 

vidas, sin decir nada, escuchando simplemente el sonido de el silencio o como 

nuestra dulce y acompasada respiración se coordina cariñosamente... sí, esa 

milésima que luego la recuerdas como horas y horas de satisfacción, se me 

hace eterna.
Tock,tock.
-¿Quién es?
-Somos los recuerdos, venimos a por tí.

¡UN DOS TRES, DEL MUNDO DESAPARECERÉ!